DISCAPACIDADES INVISIBLES
Hoy tengo ganas de escribir, pero no sé qué.
Por primera vez en esta semana me puedo levantar de la cama, salir a caminar, tranqui, disfrutar del aire, del sol, del clima fresco pero bien abrigadito. Siento que voy de a poquito volviendo a mi rutina "normal". Lo digo entre comillas porque no sé si existe una rutina normal, no se si hay un modelo de rutina que deberíamos seguir todos para pensar o decir "soy una persona de bien, hago bien las cosas".
A mí, por un lado, me gusta siempre buscarle el equilibrio a las cosas. No me gustan los extremos por más que para llegar al equilibrio generalmente tenga que pasar por ambos extremos de una situación.
Es que es difícil tener autismo y TDAH al mismo tiempo, es una combinación de síntomas contradictorios y es como que se hicieran daño entre sí. A mí me hacen daño, todavía no encontré el equilibrio.
Es que tener una discapacidad invisible hace que nadie la vea, literal. Es decir, me siento observado por todo el mundo, me pongo nervioso y soy muy torpe, me trabo al hablar, se me mezclan algunas letras en las palabras, si alguien me mira o me dice algo no le quiero contestar ni lo quiero mirar, me cansé de pelearme con la gente, al fin y al cabo no tengo que educar a nadie y la agresividad es algo que me hace muy mal.
Hace unos meses hacía videos, para mi cuenta profesional de Instagram y TikTok, pero ya no me estoy sintiendo cómodo con eso. La idea de grabarme a mi mismo tratando de memorizar algo que yo mismo escribí para tener tan poco alcance me abruma, así que trato de buscar otros métodos, en lo posible no tener que hablar o salir en cámara.
Por otro lado, volviendo a las discapacidades invisibles, estas son invisibles hasta por los mismos profesionales de la salud mental y salud en general. Veintisiete años de mi vida, 11 psicólogos distintos, 5 psiquiatras, una psicopedagoga y una terapista ocupacional, durante 7 años de tratamiento y solo los últimos cuatro pudieron ver mi autismo y mi TDAH.
Gracias a Caro que me explicó, me atendió y me atiende con todo su profesionalismo. Me hizo todos los tests habidos y por haber para ver si estaba o no dentro del espectro. Gracias a Nehuén que realmente es el psicólogo que necesito y me está ayudando un montón, gracias a Claudia, que como psiquiatra cumple con todos los marcos profesionales y las actualizaciones pertinentes sobre autismo y TDAH en adultos, su amabilidad y escucha son una caricia al alma. Y gracias a mi TO, Ana Laura, que me está ayudando tanto a poder llevar mi calidad de vida a otro nivel.
Tantas veces percibí mi autismo y tantas veces me lo han rechazado los profesionales sin hacer siquiera una prueba diagnóstica, ¿Qué les costaba? pienso yo. Después de todo, TODOS tenemos derecho a investigar lo que sentimos que nos pasa, y el TDAH y el autismo NO SON DIAGNÓSTICOS DE MODA, la ciencia avanza y con ella las respuestas más acertadas.
Comments
Post a Comment